Basura con memoria

Una empresa de Vigo rescata 500 ordenadores obsoletos para fines sociales.
Novella y Alejandro Lajo, al que conoció como compañero en un máster, se propusieron afinar sus objetivos empresariales. “El punto de partida es un compromiso activo con la sostenibilidad y el medio ambiente”, explica Novella. “Hay muchas empresas que ya son sensibles a esa necesidad y que la aplican a través de la responsabilidad social corporativa, y las que aún no han llegado a ella, antes o después tendrán que asumirla: la legislación está cambiando muy deprisa en ese sentido. Para nosotros, lo mejor ha sido tener la idea, que es muy sencilla, y ver luego que te la compran empresas muy importantes. Hasta ahora, solo una nos respondió que no”.
Prefiere no identificar ni a unas -siete grandes empresas, una pública y estatal, con las que ha firmado contratos- ni a la desdeñosa. Aunque el principal objeto social de Revertia es el tratamiento de residuos, Novella insiste en la singularidad de los fines sociales de la reutilización que oferta y que también ayuda a sus clientes en sus acciones de responsabilidad social corporativa.
De momento, los equipos de informática se llevan la palma en su actividad. El 70% son reutilizables, pero solo el 20% de los que llegan a los puntos limpios reciben un tratamiento correcto: “Una barbaridad”, sentencia Novella. Revertia ha gestionado 30 toneladas de residuos, en las que ha rescatado 500 equipos, el 70% del total, que ha repartido entre 40 proyectos de obras sociales, sobre todo de ONG. Lo que no tiene provecho lo deriva a una planta de tratamiento de Cerceda.
“En los ordenadores, como en todos los electrodomésticos, aun obsoletos, hay metales preciosos y piezas por las que se pagan precios muy altos. Es la causa principal del inmenso fraude que se comete con ellos. Aquí su reciclaje, por fragmentación, es más costoso y menos eficiente. En países como Ghana se hace con procesos de calentamiento, peligrosos para la salud de las personas y muy contaminantes. Debería terminarse con eso ya”.

Las Administraciones públicas generan el mayor volumen de ordenadores obsoletos, que llenan almacenes. No gastan en su reutilización. Para las empresas, en cambio, el tratamiento de los residuos ya forma parte de los protocolos y gastos obligados con gestores autorizados. Revertia lo es. Retira los ordenadores y, una vez en su almacén de Vigo, se procede al borrado del disco duro y a la reparación. Luego se higieniza el aparato. El personal -cuatro técnicos, de momento, con formación en informática- determina si se precisa cambiar piezas y, al cabo, somete el equipo a un stress test de tres horas “para probar que su funcionamiento es perfecto”. Entonces, con una aplicación que permite localizarlo en todo momento, se remite a la acción social elegida por el cliente.
Novelle, madrileña, alaba la “enorme sensibilidad ambiental” que existe en Galicia. “Es la segunda comunidad que autoriza la reutilización”, aduce. Pero Revertia ya se ha asentado también en Madrid a través de la Fundación Tomillo, que polariza iniciativas empresariales para la inserción laboral de los más desfavorecidos. “Eso también encaja con nuestra idea empresarial y nos satisface mucho”, asegura.